La vida útil de un casco depende de diversos factores que pueden provocar su deterioro, como cambios bruscos de temperatura, el grado de exposición al sol y la intensidad de uso. Revise el casco con regularidad para comprobar si presenta daños. Las grietas, piezas sueltas, deformaciones, descamaciones o cambios de color son indicadores importantes de su estado de desgaste. KASK recomienda reemplazar el casco tras aproximadamente tres años de uso. Este periodo comienza a partir de la fecha de la primera utilización o de la compra. La vida útil sugerida de tres años se basa en un uso típico, que puede incluir pequeños impactos, exposición a condiciones ambientales y manipulación frecuente. Con el tiempo, estos factores pueden reducir la capacidad del casco para absorber eficazmente la energía de un impacto. Es fundamental tener en cuenta que este plazo de tres años es solo una guía general. En función de la intensidad de uso, el mantenimiento, las condiciones de almacenamiento y la exposición a factores externos como temperaturas extremas o rayos UV, la vida útil real puede variar.